En Argitzala, entendemos los desafíos emocionales, mentales y relacionales a las que tenemos que enfrentarnos en cada etapa de la vida. Por eso, en la terapia para adultos, te ofrecemos un espacio seguro donde puedas identificar y abordar esos patrones de pensamiento, comportamiento y emoción que pueden estar contribuyendo a tu malestar.
Gracias a la terapia de pareja ayudamos a comprender y resolver conflictos, mejorar la comunicación y fortalecer la conexión emocional. Para ello, facilitamos un espacio seguro y neutral que fomente la escucha mutua, siempre desde el respeto y la aceptación.
Desde el enfoque sistémico, trabajamos no solo el componente relacional y el ciclo vital, sino también los mensajes transgeneracionales que cada persona aporta a la pareja. Así, el proceso de cambio implica darse permiso para mostrar la vulnerabilidad y explorar la historia de la relación desde lo emocional.
A lo largo de las sesiones, cuestionaremos creencias arraigadas que pueden estar limitando el crecimiento y el bienestar de la pareja. En algunas ocasiones, miraremos al pasado para sanar heridas; en otras, nos enfocaremos en el presente para incluir nuevas estrategias y evitar herirnos más en el reto que supone la vida afectiva emocional
Identificaremos las áreas de conflicto y las situaciones problemáticas, favoreciendo una comprensión más profunda de la relación, de uno mismo y del otro.
Ofrecemos un espacio seguro y neutral para reconectar emocionalmente, resolver conflictos no resueltos y mejorar la comunicación. Trabajamos desde un enfoque sistémico que tiene en cuenta la historia de la relación, los mensajes familiares y las creencias que influyen en la vida en pareja.
Acompañamos en momentos de crisis, desgaste, diferencias en los propósitos, problemas de deseo o rutina, facilitando nuevas formas de relación basadas en el respeto, la escucha y la comprensión mutua.
Aborda los conflictos que surgen en el sistema familiar: problemas de comunicación, dificultades emocionales, retos en la crianza o situaciones de cambio vital (como separaciones, nacimientos, pérdidas o cuidado de personas dependientes).
El objetivo es mejorar la convivencia, modificar patrones relacionales disfuncionales y reforzar los recursos de cada miembro para gestionar los conflictos de forma más saludable.
Esta terapia se enfoca en abordar los conflictos que surgen dentro del sistema familiar. Además, en algunos casos, también puede aplicarse con una perspectiva familiar en procesos individuales.
El cambio se centra en los patrones de interacción dentro de la familia, permitiendo que sus miembros encuentren su propia manera de gestionar y resolver los conflictos que generan malestar. Para ello, trabajaremos potenciando los recursos familiares, ampliando nuevas perspectivas en la gestión del conflicto y, sobre todo, modificando aquellos patrones relacionales que resultan disfuncionales, tanto para la familia como para cada uno de sus integrantes.
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